La gestión adecuada de residuos se basa en conseguir el máximo provecho de los recursos materiales contenidos en los mismos, mediante su reutilización y aprovechamiento para otros usos. Siguiendo este principio, en RCE, mediante un sistema de tratamiento, aplicamos operaciones las cuales nos ayudan a modificar características físicas, químicas o biológicas de los residuos, para recuperar materiales o sustancias valorizables, ya sea para facilitar la extracción de materias primas secundarias, facilitar el uso como fuente de energía o adecuar el rechazo para su posterior tratamiento final.